miércoles, 26 de enero de 2011

qué hacer con el tiempo extra


en la noche nada se parece. a lo que me dijeron cuando chica. ni esa mujer pareciera decir oraciones bondadosas. no me cuesta imaginar cosas horribles. con toda esa música. como si fuera doce años atrás. y ya no quedara nada. en todo ese azul. sólo un altavoz que dicta números y vuelos. yo me pierdo  en algo hundido. me pierdo y nado.

Stumble Upon Toolbar

1 comentario:

Héctor dijo...

La noche tiene una ventaja, incluso tus ojos lo saben: tienden al sueño. En cambio, me parece mucho más difícil el día: te abre a la pregunta que, si estás atontado por cualquier circunstancia, es terrible de contestar (solo reparar en la performance de ese momento a veces causa nauseas); y es que ¿qué hacer con el día? ¿cómo llenar un día? ¿por qué llenar un día? Se nos devuelve la pregunta, se nos escapan los motivos y el sentido.
En fin... hace rato no te comentaba.
Siempre es un agrado leerte.
Saludos!