S.P.

y una vez. entonces. me dije. nunca más.
-Yuichi -dije- estoy muy contenta de que estés hablando conmigo tan tranquilo, de que seas fuerte. estoy orgullosa de ti.
-Tal como hablas, parece que traduces del inglés.
Yuichi sonrió iluminado por la lámpara. agitó los hombros bajo el jersey azul marino.
-Pues dime si...
quería decirle que, si podía hacer algo por él, me lo pidiera, pero me callé. sólo deseaba que le sirviera de algo el recuerdo brillante de haber estado juntos, sentados uno frente al otro en un sitio tan claro como aquel, tomando un té caliente.
B.Y.
"creía que me llamarías, no sé por qué. además no estoy del todo sobrio. tomé un somnífero y no me dormí, así que bebí un poco. tenía que estar en la iglesia a las ocho y cuarto u ocho y media como máximo, pero no iré en todo el día. alguna vez he de tener derecho a estar enfermo. no te inquietes porque esté algo borracho; no es mi costumbre, te lo aseguro. creía que no me llamarías. soy. me gustaría explicarte algo. es muy extraño. se trata de algo importante que no he dicho nunca a nadie. querría decírtelo, pero no me salen las palabras. ¿no puedes venir inmediatamente? te necesito ¿qué haces ahora? ¿cambiar sábanas, limpiar o qué? ¿eres una maldita mujer de la limpieza o qué? ¿no puedes venir en seguida? ¿no puedes?"
I.B.
me gusta lo que me mandas. tiene algo alusivo y recóndito. como un eclipse. a veces. como el tú. de algunos días. me gusta. como leyendas. debe ser bonito algo así. como tu pueblo. como esos lugares que ya no existen.
me gusta pensar en las aldeas también. llevaré un pijama abrigado muy abrigado tan abrigado que no vas a saber si estoy o no adentro. como un oso.
si me hubieses dicho todo eso mientras estuviésemos tendidos en la cama. me hubiese puesto de pie y te hubiese arrastrado a la calle. a pasear para que viéramos cómo vive todo el mundo. las cosas que hacen. cómo se mueven y así. anónimos entre todos. te hubiese dicho lo que te tengo que decir.
ni cuando eras un adolescente infame. ni cuando dijiste cosas de las que ahora te arrepientes tanto. ni cuando te pasaste tres días seguidos mirando el techo.
duerme harto. mucho. descansa como se descansa en los domingo. abrígate. que no se te destapen los pies. ni te caigas de la cama. ni se haya quedado una mosca en tu pieza.
enrarece. volver a los lugares. en los que ha pasado. todo. siempre. aunque uno no quiera. no hay nada más bonito y lúgubre.
a veces la distancia es muy hermosa. como subir un ascensor de vidrio. y empezar a ver todo desde arriba. lejos. sin saber bien. qué es eso. y eso otro. disfrutar del cambio de escala. de las cosas un poco ausentes. y un poco azules.
te escribo con mis dibujos repartidos por toda la mesa. me quedo leyendo esa última línea tuya. como si mi futuro se encontrara entre la palabra nuca y la palabra ojo. coloreo los animales para enviártelos en sobres amarillos. y dejo en repetir una canción.
anoche tembló acá. cerca de las tres de las mañana. creo. yo me había dormido hace poco. me desperté y pensé. viene. vi que todos estaban durmiendo. quise escribirte. en vez de eso volví a la cama. tú sabes de mis presencias nocturnas. la primera vez que vi este grabado. me dio la impresión de que ese era el último lugar. que esa rama amparaba al fin del mundo. lo único que quedaba. cuando veo un desastre. cuando alguna cosa invisible se pasa toda la noche mirándome. me imagino ahí. arrinconada entre los sobrevivientes.
vestida de oso
en un continente
imaginado por otro
todavía
me dice esa voz
que es otra
y no reconozco
me repite
que nada
que nada
va a nacer en esta tierra del sur
con tanto eclipse
con tanto aluvión
y tanto derrumbe
yo iré con mi hombro frío
por la puerta arrastrando
mis dedos de los pies
y te veré cruzando el parque
pensando que nunca más
delante del campo
a quién voy a parecerme
la mañana siguiente
frente al vidrio
dormida
como una piedra en el pasto
contigo en un escenario
yo con la frente brillante
y un traje de baño
sin que nadie nos obligue
antes de que te vayas
por todo el cielo
con la cara como un desastre
y tu madre te vista como una flor en la mesa
para que bailes luego del postre