lunes, 20 de abril de 2009

visita

cruzó el portón de madera rancia y a Eme se le enredó algo adentro. una especie de fuerza atrofiada que le hubiese impedido reaccionar ante cualquier emergencia. mentalmente tartamuda se detuvo y, con los ojos bien abiertos, dejó que el olor a su infancia la sacudiera como una bestia de esas que imaginaba existían en cerros de otro continente. no voy a llorar. y, apretando los puños, cruzó bajo los pinos hasta llegar frente a la oxidada llave de los regadores verdes y abrirla.

Stumble Upon Toolbar

2 comentarios:

Begoña Ugalde dijo...

claro que como bien reparaste es fábula no fabula como yo, la súper prfe de expresión escrita había puesto, jaj. (eso sin contar las redudancias, palabras inapropiadas etc. )

Pasando a otro hámbito de la noticia amiga,no sabes como he agradecido mentalmente la conversa del otro día, me hiciste ver la luz entre los borrachos de plaza italia.

un beso darling, y nos vemos luego espero...

Begoña Ugalde dijo...

oye y este texto es bello muy bello.
pienso en la caperucita roja pero ya no niña y yendo a ver a otra persona.