viernes, 3 de abril de 2009

videotape

te envío la grabación porque no quiero hablar de las canciones tontas que me mandas queriendo decirme cosas en inglés y que yo tengo que traducir en internet y luego tratar de buscarles algún sentido que no incomode tanto mi humor de hoy. que no es el mismo de antes. porque antes hacíamos cosas muy diferentes. y ahora no vivimos en la misma cuadra. y vivimos tan lejos como para vernos en bici. porque además yo soy torpe te digo. y tú haces bien en afirmarlo. porque no te hablaría en todo el camino de vuelta si me dijeras “ah qué cosas dices si no eres torpe”. tú sabes. me pondría los audífonos como esa vez que me hablaste de los globos en la pieza de noséquién. te la envío también por ese accidente. cuando te escribí en acróstico que pelear con la gente es una buena manera de pasar el tiempo. y que ser agradable hostiga. aunque tú pienses lo contrario. ella es simpática me dices. qué desgracia te digo. me explicas que te gusta estar triste aunque no tienes que explicármelo. es parte de todo eso que te gusta. yo sé. nos vamos a aburrir porque todos terminan aburriédose de todo. me acuerdo de esa tarde en que dijimos que alguna vez nos acordaríamos de esa tarde. me acuerdo que no tuvo nada de especial aparte de que hablamos de lo que nos iba a pasar y que ya nos pasó. te mando la cinta por esa vez en que me reí despiadadamente cuando dijiste que te faltaba un pedacito mío. yo sé. no tienes que decirme las cosas de esa manera. y me dices que tú sabes lo que significa que yo me ria de ti. y yo te digo que claro. que tú siempre sabes. y luego me quedo callada y tú me dices que sí. al menos en nuestras versiones. te digo sin risa. y apreto el stop porque no vaya a ser que me ponga a llorar al frente tuyo con esa canción. te mando la cinta como si fuera una misión importante. o una tarea idiota. cuando me llames por teléfono pienso decirte que no la escuches. que la metas en un florero. o que la pongas a cocinar. o que la dejes en una parroquia. o que me la mandes de vuelta. o que hagas algo rápido. tú sabes.

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4 comentarios:

vb dijo...

hola!
no, no me inscribí. : (
La verdad no tengo tiempo, una pena... estoy trabajando, terminando la U y haciendo ayudantía.

tu????

Unknown dijo...

cuando te leo entiendo mejor porque se me pega tu estilo cuando me desespero, mejor que cuando no te leo y corren las palabras y no entiendo porque no se detienen en oraciones bonitas, de estilista de la literatura. De Quincey, siempre pensar en De Quincey, excepto cuando me desespero, por que ahi no pienso en nada, pero cuando te leo quizas si, si pienso en algo...

No quiero postular al taller porque no me gusta perder... Es una postura cobarde, pero ese es el motto de la empresa. "soluciones cobardes para usted".

Isabel (IV) dijo...

el estilo de la Jose es muy contagioso porque es tan visual... a mí me gusta mucho como escribes, amiga, me hace recordarte ene no por el contenido (aunque sí, las situaciones que describes son muy tú al final y al cabo), sino que porque la forma se parece a ti, y a tus fotos, y a los helados que nos tomamos,y a las burguers que nos comemos, y a todo eso. Amigabonita, me gusta mucho esta entrada: me gusta tanto que se la mandé a un amigo. Te quiero, ojalá pronto nos juntemos a bailar o a comer helados,todas las veces que quieras y que pases al centro, tú sabes que me hace contenta eso que porque ahora que trabajo estoy siempre tan sola (qué emo que soy, tienen razón la Coni y la Cuellina, pero estoy casi siempre sola -cuando no se tiene la compañía que se quiere siempre, entonces una se da cuenta de eso-, aunque contenta por hartas cosas eso sí).

Anónimo dijo...

Yo soy el amigo al que le llegó el texto por parte de Carolina.

Por el texto puedo decir que me recordó esas escenas plenamente argentinas, que salen siempre de dedos de una argentina plenamente deseable, y que tienen la cualidad de seducirte, claro, pero también la de volar por el texto y detener la vista con mucha genialidad. Si hubiese significado más le habría puesto un siete, pero está bastante bueno, así que seis tres.

Por cierto, a mí no me recuerda ninguna hamburguesa que me haya comido, así que han de ser bien especiales esas que se comen ustedes dos.

Maori.