viernes, 29 de agosto de 2008

casablanca

Adrián llega en seguida a la casa de T. M lo mira lascivamente como siempre le provoca hacerlo. Adrián tiene algo que inquieta a M. Tengo hambre, mucha hambre. M no ha tenido tiempo para comer. Hace tostadas con mermelada, saca un pedazo de queso, prepara un jarro de té y se sienta en la mesa a ver la televisión mientras piensa en Ilsa y Rick, mientras piensa sobre todo en Víctor Laszlo. Los hombres son más correctos que las mujeres, lo son en las grandes cosas. Adrián entra a la cocina y M le ofrece un vaso de té frío. M es rara, tan rara, se pasea por los lugares como si fueran suyos y le habla a las personas como si quisiera hacerlas llorar.
-No vamos a trabajar, M, me voy a mi casa ¿te llevo?
Adrian vive en el mismo barrio de M y tiene un automóvil muy viejo que es algo así como una ruleta rusa. Es tarde, podría volver a mi casa con Adrián, me gustaría poder llamarlo de vez en cuando y meterlo en mi cama, me gustaría dormir con Adrián y que se fuera en las mañanas muy temprano. Podría subirme a su auto y quizás tocarle una rodilla al cambiar la radio. Podría decirle que me gusta su rodilla, podría acercarme un poco y dejar que él me diera un beso, porque eso haría Adrián, yo sé que...
-¿M? te llevo
T entra a la cocina canturreando "as time goes by". M sonríe y, rebanando otro pedazo de pan, le da una última mirada a Adrián.
-Gracias, me quedo

Stumble Upon Toolbar

No hay comentarios: