(...)
I am your opus, I am your valuable, The pure gold baby That melts to a shriek. I turn and burn. Do not think I underestimate your great concern. Ash, ash— You poke and stir. Flesh, bone, there is nothing there-- A cake of soap, A wedding ring, A gold filling. Herr God, Herr Lucifer Beware Beware. Out of the ash I rise with my red hair And I eat men like air.
S.P.
(...)
Soy tu opus, soy tu inversión, el bebé de oro puro Que se funde en un grito. Me doy la vuelta y ardo. No pienses que subestimo tu gran preocupación. Ceniza, ceniza— que atizas y remueves. Carne, hueso, no queda nada-- Una pastilla de jabón. Un anillo de boda. Un empaste de oro. Herr Dios, Herr Lucifer; tened cuidado, tened cuidado. De las cenizas surjo con mi cabello rojo y me como a los hombres como aire.
S.P.
martes, 8 de noviembre de 2016
de Lady Lazarus
pintar la casa
jueves, 27 de octubre de 2016
amiga inmortal
terror de espantapájaros
risa de heroína
de tiempo y de sol
sábado, 14 de septiembre de 2013
roda
domingo, 16 de diciembre de 2012
radio
yo pensaba que estaba separada. hasta que un día me enteré de que soy viuda.
sábado, 8 de diciembre de 2012
lunes
miércoles, 24 de octubre de 2012
viernes, 13 de julio de 2012
rhoda
con un mensaje en un sobre, en la mano. Llegué al borde del charco. No podía cruzarlo. La identidad me falló. Nada somos, me dije, y caí. Como una pluma me levantó el viento y fui impulsada a lo largo de túneles. Entonces, con mucho remilgo, adelanté un pie sobre el charco. Apoyé la mano en el muro de ladrillos. Regresé muy penosamente, volviendo al interior de mi cuerpo por el gris y cadavérico espacio del charco. Realmente lo que me importa es la vida."
jueves, 7 de junio de 2012
viernes, 25 de mayo de 2012
una mujer sentada contando un relato extraordinario
lunes, 7 de mayo de 2012
ayer 1
Allí nos metimos. Rubén de Loa pintaba. Por lo demás, hace 24 años que Rubén de Loa pinta sin cesar. Al vernos por encima de su tela, vino hacia nosotros. Nos ofreció asiento. El se sentó ahí; mi mujer aquí; yo al frente, entre ambos. Le dije:
-Tu taller es demasiado verde, Rubén de Loa.
-Verdoso- corrigió.
-Acuático- subrayó mi esposa.
Callamos fumando los tres.
Entonces, por entre las volutas de humo, me puse a examinar al viejo y querido amigo.
Su gran cabellera negra se veía, a causa del reflejo de las enredaderas, como pasto otoñal poco regado. Conservaba intactas sus facciones de jaguar. Su cutis seguía terso. Cierto que es joven aún. Tiene 31 años, puesto que hace 24 que pinta y que pinta desde los 7. Su mirada era en un 90% para adentro. El 10% restante, al desparramarse, era algo hueco y muy bondadoso. Fumaba pipa como conviene a un pintor. No estornudaba ni tosía. Sólo cada cuarto de hora decía:
-Vaya, vaya, vaya.
A lo que yo respondía:
-Sí señor.
Y mi mujer:
-Así es la cosa.
Al cabo de una hora, Rubén de Loa púsose a mirar a la que es mi mitad. Lo imité. Veíase ella transparente como un pequeño sepulcro. Su cabellera castaña -en las calles de San Agustín de Tango- al mezclarse aquí en lo verdoso, estuvo a punto de producirme náuseas. Mas no así al viejo y querido amigo que la miraba siempre y la codiciaba.
Me puse entonces a mirar mis manos para ver algo vivo también de mi persona en el taller. Sufrían a su vez la influencia del ventanal, lo que me indujo a sumirme en la más honda meditación sobre la muerte.
-¿Qué cosa es así?
Pensé que no podía ser otra cosa más que la pecaminosa codicia de Rubén de Loa. Juzgué entonces oportuno cambiar de tema. Ataqué directamente el arte de bien pintar, diciéndole a mi amigo:
-Vas por mal camino, Rubén de Loa. Vas por mal camino, Rubén de Loa, pues vives y laboras en una atmósfera artificial. No puede llevar a buen fin lo que se haga exclusivamente bajo la influencia del color verde. Si esto, más que un taller, es el interior de una selva, ¡más aún!, es como nos imaginamos, sobre todo de niños, el interior de una selva. He pasado sorprendido toda esta larga hora con el silencio de aquí dentro, pues a cada momento esperaba oír el canto de los guacamayos, el ladrido de la comadreja overa y los silbidos del oso hormiguero. ¿Puede hacerse pintura de este modo?
No hay peligro- respondió Rubén de Loa-. Desde luego, esto no es verde y nada tiene que ver con la selva."
lunes, 30 de abril de 2012
mediodía
domingo, 22 de abril de 2012
marrón y mezquino
lunes, 9 de abril de 2012
domingo, 8 de abril de 2012
martes, 3 de abril de 2012
martes, 13 de marzo de 2012
juana
lunes, 5 de marzo de 2012
las olas
V.W.
domingo, 12 de febrero de 2012
lunes, 6 de febrero de 2012
acudes a todos los llamados
sábado, 21 de enero de 2012
casita
miércoles, 4 de enero de 2012
fiestas
domingo, 27 de noviembre de 2011
sierva
viernes, 25 de noviembre de 2011
querida
«muéstrame una tarde entera ¿ya? coséme algo mientras me enseñas»
y ahí. ahí sí soltarías la carcajada. es así. podrías reírte horas de un acento mal puesto. o de alguna sombra de un pantalón tirado en el suelo.
domingo, 20 de noviembre de 2011
de un hombre que nunca pudo cruzar el bosque
se detuvo en una casita de madera a descansar. las plantas crecieron y la casa se hizo vieja con él adentro. qué más podría hacer. creía pensar mientras dormía. volver a ver el último día. enumerar los momentos principales. nombrar esa seña final. se quedó dormido. ante las cosas que podrían. se quedó dormido. con tantas cosas que le hubiera gustado vigilar.
sábado, 19 de noviembre de 2011
78-79
para olvidarme de ti
voy a cultivar tierra
en ella espero encontrar
remedio para mis penas.
cogollo de toronjil
pa' cuando aumenten mis penas
las flores de mi jardín
han de ser mis enfermeras.
A.Z.
jueves, 17 de noviembre de 2011
virginia
sábado, 12 de noviembre de 2011
un día perfecto para
—¿Te has quemado mucho? ¿No has usado ese bronceador que te puse en la maleta? Está...
—Lo usé. Pero me quemé lo mismo.
—¡Qué horror! ¿Dónde te has quemado?
—Me he quemado toda, mamá, toda.
—¡Qué horror!
—No me voy a morir.
—Dime, ¿has hablado con ese psiquiatra?
—Bueno... sí... más o menos...—dijo la chica.
—¿Qué dijo? ¿Dónde estaba Seymour cuando le hablaste?
—En la Sala Océano, tocando el piano. Ha tocado el piano las dos noches que hemos pasado aquí.
—Bueno, ¿qué dijo?
—¡Oh, no mucho! ¡Él fue el primero en hablar. Yo estaba sentada anoche a su lado, jugando al bingo, y me preguntó si el que tocaba el piano en la otra sala era mi marido. Le dije que sí, y me preguntó si Seymour había estado enfermo o algo por el estilo. Entonces yo le dije...
—¿Por qué te hizo esa pregunta?
—No sé, mamá. Tal vez porque lo vio tan pálido, y yo qué sé. La cuestión es que, después de jugar al bingo, él y su mujer me invitaron a tomar una copa. Y yo acepté. La mujer es espantosa. ¿Te acuerdas de aquel vestido de noche tan horrible que vimos en el escaparate de Bonwit? Aquel vestido que tú dijiste que para llevarlo había que tener un pequeño, pequeñísimo...
—¿El verde?
—Lo llevaba puesto. ¡Con unas cadenas...! Se pasó el rato preguntándome si Seymour era pariente de esa Suzanne Glass que tiene una tienda en la avenida Madison...
—Pero ¿qué dijo él? El médico.
—Ah, sí... Bueno... en realidad, no dijo mucho. Sabes, estábamos en el bar. Había mucho ruido.
—Sí, pero... ¿le dijiste lo que trató de hacer con el sillón de la abuela?
—No, mamá. No entré en detalles. Seguramente podré hablar con él de nuevo. Se pasa todo el día en el bar.
—¿No dijo si había alguna posibilidad de que pudiera ponerse, ya sabes, raro, o algo así? ¿De que pudiera hacerte algo?
—En realidad, no—dijo la chica—. Necesita conocer más detalles, mamá. Tienen que saber todo sobre la infancia de uno, todas esas cosas. Ya te digo, había tanto ruido que apenas podíamos hablar.
—En fin. ¿Y tu abrigo azul?
—Bien. Le subí un poco las hombreras.
—¿Cómo es la ropa este año?
—Terrible. Pero preciosa. Con lentejuelas por todos lados.
J.D.S.
jueves, 10 de noviembre de 2011
figura 3
sábado, 5 de noviembre de 2011
las olas
V.W.
sábado, 17 de septiembre de 2011
miércoles, 7 de septiembre de 2011
figura 1
miedo al miedo. escrito en ese muro. pienso. se mete dentro. he estado buscando tanto tiempo en una cueva. cerrando las ventana. mirando siempre una foto con tres niños de 1984. no sabía. que de sola sola. me estaba yendo más. esa doble vida que ensayo ilustrar. un hemisferio. y otro. he resuelto. ejecuto. la destrucción de las persianas. bajando las escaleras corriendo al comienzo. para entrar a un bosque sin lago. entiendo. el sacrificio de las lámparas que nunca colgamos. mi cámara girando sin epicentro. como un presagio. y todo eso que íbamos a cumplir. nos tira de la ropa. como un niño pequeño. las señas. las alarmas. los papelitos amarillos con mensajes. los recortes inocentes debajo de la planta. y la calcomanía de mi caballo. apuntan el muro. miedo al miedo suena. como una canción en repetir.
sábado, 27 de agosto de 2011
domingo, 21 de agosto de 2011
página 196
ríocorre, más allá de Eva y Adán.
S.P.
sábado, 6 de agosto de 2011
lunes, 1 de agosto de 2011
poema para una joven amiga que intentó quitarse la vida, bertoni.
me gustaría ser un nido si fueras un pajarito
me gustaría ser una bufanda si fueras un cuello y tuvieras frío
si fueras música yo sería un oído
si fueras agua yo sería un vaso
si fueras luz yo sería un ojo
si fueras pie yo sería un calcetín
si fueras el mar yo sería una playa
y si fueras todavía el mar yo sería un pez
y nadaría por ti
y si fueras el mar yo sería sal
y si yo fuera sal
tú serías una lechuga
una palta o al menos un huevo frito
y si tú fueras un huevo frito
yo sería un pedazo de pan
y si yo fuera un pedazo de pan
tú serías mantequilla o mermelada
y si tú fueras mermelada
yo sería el durazno de la mermelada
y si yo fuera un durazno
tú serías un árbol
y si tú fueras un árbol
yo sería tu savia y correría
por tus brazos como sangre
y si yo fuera sangre
viviría en tu corazón.
C.B.
domingo, 24 de julio de 2011
del árbol de diana
viernes, 8 de julio de 2011
iris estuvo aquí
viernes, 3 de junio de 2011
de "primeros lugares"
quisiera hacerte un video de papeles que cuelgan de cadenas desde un techo muy alto con olor a mis perros y un poco de viento de las cinco de la tarde. me gustaría mostrarte cosas que me imagino para ti. como un premio. en la playa no había nadie. todo el pueblo estaba cerrado y con sofía corrimos y nos metimos al agua que estaba tan tan helada. cuando nos salimos del mar sentí mi cuerpo como si estuviera en guerra. no sé. en toda la playa había sólo un gran tractor azul pasando sobre la arena. nos volvimos corriendo a mi casa empapadas y nos tiramos en el pasto a tomar vino con piña como un par de ancianas hasta que se puso el sol y nos envolvimos con un chal muy borrachas y risueñas. en la playa recordé que cuando era chica le decía cosas al mar en voz alta. por acá todo bien. aunque adivino algo raro. no sé. como si algo fuera a pasar. pero sin saberlo. tú me entiendes. sospechar que algo drástico va a suceder. pero de una manera plácida. al final siempre invento cosas que no pasan. qué sé yo.
jueves, 2 de junio de 2011
de rodillas
sábado, 14 de mayo de 2011
atrás
continuidad
lunes, 18 de abril de 2011
lunes, 14 de marzo de 2011
película
jueves, 10 de marzo de 2011
de la sexton. poema precioso.
Oh Sylvia, Sylvia,
con un féretro de piedras y cucharas,
con dos hijos, dos meteoros
vagando libres en una pequeña sala de juegos
con tu boca hacia la sábana,
hacia la viga del techo, hacia la estúpida plegaria,
(Sylvia, Sylvia
¿a dónde te fuiste
después de escribirme
desde Devonshire
acerca de cultivar patatas
y criar abejas?)
--
(En Boston
los moribundos
viajan en taxis,
nuevamente la muerte,
que viaja a casa
con nuestro muchacho.)
Oh Sylvia, recuerdo al letárgico baterista
que batía sobre nuestros ojos con una vieja historia,
cómo queríamos dejarlo venir
como un sádico o un hada de New York
para que hiciera su trabajo,
una necesidad, una ventana en una pared o un pesebre,
y desde entonces esperó
bajo nuestro corazón, nuestra alacena,
y veo ahora que le hemos guardado
año tras año, viejos suicidios
y siento ante la noticia de tu muerte
un horrible sabor, como a sal
(Y yo,
yo también.
Y ahora, Sylvia,
tu nuevamente
con la muerte de nuevo,
que viaja a casa
con nuestro muchacho.)
--
Oh pequeña madre,
tú también!
Oh graciosa duquesa!
Oh rubita!
De ésas
he salido al mundo, una bruja poseída,
rondando el aire negro, más valiente por ello;
soñando el mal, he sobrevolado
las casas planas, de luz en luz:
pobre solitaria, con mis doce dedos, enajenada.
Una mujer así no es una mujer, lo sé.
Yo he sido de ésas.
--
A una mujer así no se la comprende.
Yo he sido de ésas.
He viajado contigo, carretero, saludando
con los brazos desnudos a los pueblos que dejábamos atrás,
aprendiéndome las últimas rutas de la claridad, superviviente
allí donde tus llamas aún muerden mis muslos
y crujen mis costillas bajo la presión de tu carreta.
Una mujer así no se avergüenza de morir.
Yo he sido de ésas.
--
La bomba se abre como una caja de zapatos.
¿Y el niño?
El niño decididamente no bosteza.
¿Y la mujer?
La mujer lava su corazón.
A.S.
lunes, 14 de febrero de 2011
menos mal
miércoles, 26 de enero de 2011
qué hacer con el tiempo extra
a.m.
estaba acostada ahí en esa cama enorme. no iba a hacerlo. dejé la mirada fija en la ampolleta que colgaba al medio de la pieza enredada en un cable. juntando un poco los párpados podía lograr que la luz se alargara hacia abajo como espada blanca. me quedé así un tiempo. pensé en esos veteranos de guerra y sus pesadillas. sentados en alguna silla para siempre. me levanté al baño y prendí el agua caliente. esperé a ver cómo me borraba en el espejo. desaparecí por completa. pensé en la lluvia caliente. pensé. no me importaría pasar toda la tarde afuera.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
sylvia
S.P.
martes, 31 de agosto de 2010
de eclipse
sábado, 17 de julio de 2010
anoche
viernes, 16 de julio de 2010
jueves, 8 de julio de 2010
miércoles, 7 de julio de 2010
la hora del lobo
martes, 29 de junio de 2010
leitmotiv
jueves, 27 de mayo de 2010
-Yuichi -dije- estoy muy contenta de que estés hablando conmigo tan tranquilo, de que seas fuerte. estoy orgullosa de ti.
-Tal como hablas, parece que traduces del inglés.
Yuichi sonrió iluminado por la lámpara. agitó los hombros bajo el jersey azul marino.
-Pues dime si...
quería decirle que, si podía hacer algo por él, me lo pidiera, pero me callé. sólo deseaba que le sirviera de algo el recuerdo brillante de haber estado juntos, sentados uno frente al otro en un sitio tan claro como aquel, tomando un té caliente.
B.Y.
la carcoma
"creía que me llamarías, no sé por qué. además no estoy del todo sobrio. tomé un somnífero y no me dormí, así que bebí un poco. tenía que estar en la iglesia a las ocho y cuarto u ocho y media como máximo, pero no iré en todo el día. alguna vez he de tener derecho a estar enfermo. no te inquietes porque esté algo borracho; no es mi costumbre, te lo aseguro. creía que no me llamarías. soy. me gustaría explicarte algo. es muy extraño. se trata de algo importante que no he dicho nunca a nadie. querría decírtelo, pero no me salen las palabras. ¿no puedes venir inmediatamente? te necesito ¿qué haces ahora? ¿cambiar sábanas, limpiar o qué? ¿eres una maldita mujer de la limpieza o qué? ¿no puedes venir en seguida? ¿no puedes?"
I.B.
miércoles, 19 de mayo de 2010
correr
lunes, 17 de mayo de 2010
entrevista
jueves, 13 de mayo de 2010
fiódor
F.D.
martes, 11 de mayo de 2010
el árbol de diana
lunes, 29 de marzo de 2010
viernes, 26 de marzo de 2010
orilla
lunes, 22 de marzo de 2010
domingo, 7 de febrero de 2010
viernes, 5 de febrero de 2010
irse
me gusta lo que me mandas. tiene algo alusivo y recóndito. como un eclipse. a veces. como el tú. de algunos días. me gusta. como leyendas. debe ser bonito algo así. como tu pueblo. como esos lugares que ya no existen.
me gusta pensar en las aldeas también. llevaré un pijama abrigado muy abrigado tan abrigado que no vas a saber si estoy o no adentro. como un oso.
si me hubieses dicho todo eso mientras estuviésemos tendidos en la cama. me hubiese puesto de pie y te hubiese arrastrado a la calle. a pasear para que viéramos cómo vive todo el mundo. las cosas que hacen. cómo se mueven y así. anónimos entre todos. te hubiese dicho lo que te tengo que decir.
ni cuando eras un adolescente infame. ni cuando dijiste cosas de las que ahora te arrepientes tanto. ni cuando te pasaste tres días seguidos mirando el techo.
duerme harto. mucho. descansa como se descansa en los domingo. abrígate. que no se te destapen los pies. ni te caigas de la cama. ni se haya quedado una mosca en tu pieza.
enrarece. volver a los lugares. en los que ha pasado. todo. siempre. aunque uno no quiera. no hay nada más bonito y lúgubre.
a veces la distancia es muy hermosa. como subir un ascensor de vidrio. y empezar a ver todo desde arriba. lejos. sin saber bien. qué es eso. y eso otro. disfrutar del cambio de escala. de las cosas un poco ausentes. y un poco azules.
te escribo con mis dibujos repartidos por toda la mesa. me quedo leyendo esa última línea tuya. como si mi futuro se encontrara entre la palabra nuca y la palabra ojo. coloreo los animales para enviártelos en sobres amarillos. y dejo en repetir una canción.
viernes, 29 de enero de 2010
el último lugar
anoche tembló acá. cerca de las tres de las mañana. creo. yo me había dormido hace poco. me desperté y pensé. viene. vi que todos estaban durmiendo. quise escribirte. en vez de eso volví a la cama. tú sabes de mis presencias nocturnas. la primera vez que vi este grabado. me dio la impresión de que ese era el último lugar. que esa rama amparaba al fin del mundo. lo único que quedaba. cuando veo un desastre. cuando alguna cosa invisible se pasa toda la noche mirándome. me imagino ahí. arrinconada entre los sobrevivientes.
sábado, 16 de enero de 2010
lunes, 11 de enero de 2010
que me vaya
vestida de oso
en un continente
imaginado por otro
todavía
me dice esa voz
que es otra
y no reconozco
me repite
que nada
que nada
va a nacer en esta tierra del sur
con tanto eclipse
con tanto aluvión
y tanto derrumbe
jueves, 7 de enero de 2010
consulta
lee sobre la mesa “Eme se encuentra muy alejada”. ella cree que ha sido víctima de un mal diagnóstico. la consulta dura una hora y media. entonces me pregunta cómo me definiría yo. Eme hace un esfuerzo para decir algo que no se contradiga radicalmente entre sí. entonces piensa en cómo no va a tener una noción de lo que es. es un poco aterrador. aunque ella la mire con cara de obviedad. ¿suena tonto verdad? es difícil entender. la manera en que funciona todo. hace una pausa y toma un sorbo de agua. no sé. señora. pienso que soy como la mayor parte de la gente.
miércoles, 6 de enero de 2010
trece
yo iré con mi hombro frío
por la puerta arrastrando
mis dedos de los pies
y te veré cruzando el parque
pensando que nunca más
delante del campo
a quién voy a parecerme
la mañana siguiente
frente al vidrio
dormida
como una piedra en el pasto
contigo en un escenario
yo con la frente brillante
y un traje de baño
sin que nadie nos obligue
antes de que te vayas
por todo el cielo
con la cara como un desastre
y tu madre te vista como una flor en la mesa
para que bailes luego del postre
viernes, 25 de diciembre de 2009
martes, 15 de diciembre de 2009
buena suerte
jueves, 3 de diciembre de 2009
martes, 1 de diciembre de 2009
alejandra
Fragmentos para dominar el silencio
Las fuerzas del lenguaje son las damas solitarias, desoladas, que cantan a través de mi voz que escucho a lo lejos. Y lejos, en la negra arena, yace una niña densa de música ancestral. ¿Dónde la verdadera muerte? He querido iluminarme a la luz de mi falta de luz. Los ramos se mueren en la memoria. La yacente anida en mí con su máscara de loba. La que no pudo más e imploró llamas y ardimos. I
Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado y las palabras no guarecen, yo hablo. II
Las damas de rojo se extraviaron dentro de sus máscaras aunque regresarán para sollozar entre flores.
No es muda la muerte. Escucho el canto de los enlutados sellar las hendiduras del silencio. Escucho tu dulcísimo llanto florecer mi silencio gris.La muerte ha restituido al silencio su prestigio hechizante. Y yo no diré mi poema y yo he de decirlo. Aún si el poema (aquí, ahora) no tiene sentido, no tiene destino. III
lunes, 30 de noviembre de 2009
sin título
le escribo
que mi perro está detrás de la puerta
queriendo entrar al lavadero
que la luz de enfrente se prende y se apaga
según muevo las manos
pero ya viene la bestia
con sombra color púrpura
como un terremoto
sus pasos
se caen
y no sabemos dónde están
nuestras casas
entonces
hay que subir tan despacio a oscuras
para que un señor cambie
el enorme foco de luz
yo miro el fuego apagarse
y pienso
esto será de otras gentes
busco un hacha
o una bomba
para dormirme
en el ruido del estalle